A muchos ancianos se les realizan pesquisas de cáncer a pesar de dudas.


Aunque los beneficios del control preventivo del cáncer en los adultos mayores no son tan definitivos como los riesgos, a muchos estadounidenses todavía se les siguen realizando test de rutina.
En una encuesta nacional, más de la mitad de participantes femeninas de entre 75 y 79 años dijo que seguía haciéndose los controles de rutina para detectar el cáncer mamario y de cuello uterino.
En tanto, la mayoría de los hombres de esa edad se había realizado el control de detección del cáncer de próstata. La cantidad disminuyó un poco entre los mayores de 80 años, pero seguía siendo alta.
Eso, a pesar de que se mantiene la incertidumbre sobre los beneficios potenciales de esos controles de rutina, o "screening", en los adultos mayores.
"Históricamente, los adultos mayores no forman parte de los estudios sobre screening, de modo que los datos de efectividad en esa población son limitados", dijo Keith M. Bellizzi, experto en salud pública de la University of Connecticut y autor principal del estudio.
Está demostrado que algunos test de control rutinario, como la mamografía o la colonoscopía, salvan la vida, pero todos tienen riesgos. Eso incluye el costo de buscar enfermedades en personas que se sienten bien y las posibles complicaciones de procedimientos como la colonoscopía.
Además, los test pueden dar falsas alarmas, que imponen la realización de biopsias innecesarias y, en algunos casos, que los médicos diagnostiquen y traten cánceres que nunca causarían daño, en un fenómeno conocido como sobrediagnóstico.
Los beneficios superarían a los riesgos en los adultos de mediana edad, no así en los adultos mayores y con más problemas de salud.
"Para poder ver algún beneficio del screening, el paciente debe tener una expectativa de vida de más de cinco años. Si se van a controlar adultos mayores para detectar un cáncer, sólo habría que hacerlo si existe la seguridad de que la persona podrá tolerar un tratamiento", precisó Bellizzi.
El equipo de Bellizzi analizó datos de más de 4.000 estadounidenses mayores de 75 años, entrevistados entre el 2005 y el 2008 durante la Encuesta Nacional de Salud, según publica Archives of Internal Medicine.
Al 57 por ciento de los participantes de entre 75 y 79 años se le había realizado el test para detectar el cáncer de colon. Un 56 por ciento de los hombres se había hecho el test para detectar el cáncer de próstata el año anterior.
Al 52 por ciento de las mujeres de la misma edad se le había realizado una mamografía en los dos últimos años. Un 53 por ciento se había realizado un Pap en los tres últimos años para detectar el cáncer de cuello uterino.
En tanto, los grupos médicos difieren en sus recomendaciones, en especial en los adultos mayores.
El panel de expertos que asesora al Gobierno de Estados Unidos U.S. Preventive Services Task Force, por ejemplo, no recomienda las pesquisas en mayores de 75 años o sostiene que la evidencia de la relación riesgo-beneficio es insuficiente, según el tipo de cáncer.
La Sociedad Estadounidense del Cáncer no tiene límite de edad para el control preventivo del cáncer de colon, pero desaconseja la pesquisa del cáncer prostático en hombres con menos de 10 años de expectativa de vida.
"Sólo sugeriría que los pacientes conversen con sus médicos sobre los potenciales riesgos y beneficios del screening", finalizó Bellizzi.

FUENTE: Archives of Internal Medicine, 12 de diciembre del 2011

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