El cloruro de radio-223 modifica el procedimiento terapéutico y podría ser útil en muchas neoplasias malignas .



El radiofármaco en fase de investigación cloruro de radio-223 (Alpharadin), que ha mostrado mejorar la supervivencia en pacientes con carcinoma prostático avanzado y metástasis óseas y que modifica el procedimiento terapéutico, podría ser útil en muchas otras neoplasias malignas.

El producto es muy específico para las metástasis óseas, de manera que es posible que se pueda utilizar en muchas neoplasias malignas diferentes que se han diseminado al tejido óseo, sea cual sea su órgano de afectación primaria, dijo el Dr. Chris Parker, oncólogo clínico asesor del Royal Marsden Hospital, Londres, Reino Unido. Sin embargo, dijo a Medscape Medical News, esto es sólo una teoría por el momento. Se están planeando estudios clínicos en otras neoplasias malignas, comenzando con el carcinoma de mama.

Esto fue lo que expresó el Dr. Parker en una conferencia de prensa aquí n el Congreso Europeo Interdisciplinario de Cáncer 2011, donde presentó los resultados del estudio de fase 3 en carcinoma de la próstata, conocido como ALSYMPCA (NCT00699751). Los resultados principales de este estudio, dados a conocer antes este año, causaron bastante revuelo porque mostraron una mejora significativa de la supervivencia.

El Dr. Parker explicó que los pacientes con carcinoma de la próstata fueron estudiados en primera instancia debido a que esta neoplasia tiene una gran tendencia a producir metástasis óseas. Dijo que alrededor de 90% de los pacientes con carcinoma prostático avanzado presentarán metástasis óseas y en muchos casos no tendrán metástasis detectables en otras partes del cuerpo.

En el estudio de fase 3 participaron 922 pacientes con neoplasia maligna de la próstata que eran resistentes al tratamiento hormonal y que habían presentado dos o más metástasis óseas. Todos los participantes recibieron tratamiento normal, pero los que también recibieron cloruro de radio-223 vivieron significativamente más tiempo, con una mediana de supervivencia global de 14 meses, en comparación con 11,2 meses (cociente de riesgos instantáneos: 0,695; p = 0,00185).

Este resultado, descubierto durante un análisis del ínterin, hizo que se suspendiera en una etapa temprana el estudio. En ese momento, explicó el Dr. Parker, «No habría sido ético no ofrecer el tratamiento activo a los que estaban tomando placebo».

Los datos del estudio sobre carcinoma de la próstata se remitirán ahora a las autoridades sanitarias para su autorización. Alpharadin, originalmente desarrollado por la compañía noruega Algeta ASA, ha sido autorizado y ahora lo está produciendo Bayer.

Bayer hizo notar recientemente que la US Food and Drug Administration le ha otorgado al compuesto una designación de valoración rápida, la cual agiliza el análisis de los fármacos dirigidos a enfermedades graves y que cumplen una necesidad médica no satisfecha.

Modificador del procedimiento terapéutico en el carcinoma de la próstata

El Dr. Parker dijo que piensa que una vez aprobado, el cloruro de radio-223 se convertirá en un tratamiento normal para el carcinoma de próstata avanzado y que representa «un paso adelante muy diferente e importante».

Añadió que todavía no está del todo claro cómo exactamente se incorporará en el tratamiento actual. Dijo que será interesante ver si se puede utilizar en combinación con abiraterona; se ha demostrado que los dos productos mejoran la supervivencia y que los dos son muy bien tolerados.

Los expertos en cáncer que coordinaron la conferencia de prensa estuvieron de acuerdo en que el producto representa un paso terapéutico adelante. El oncólogo Dr. Jean-Charles Soria, PhD, del Institut Gustave Roussy, París, Francia, quien es copresidente del comité del programa científico, dio que los datos modifican el procedimiento terapéutico.

Dijo: «Creo que el cloruro de radio-223 se convertirá en un protagonista importante en el tratamiento del carcinoma de la próstata».

Otro oncólogo destacado estuvo de acuerdo. «Este es un hallazgo muy importante. Ciertamente modifica el procedimiento terapéutico», dijo el Dr. Michael Baumann, presidente de la European CanCer Organisation (ECCO) y catedrático de radioterapia oncológica en la University of Technology en Dresden, Alemania.

Muy especifico para el tejido óseo

El cloruro de radio-223 funciona liberando pequeñísimas dosis de radiación de gran carga y acción específica —las partículas alfa que son muy letales pero que tienen una penetración corta—. El radio es similar al calcio, por cuanto se fija en el tejido óseo, sobre todo cuando se esta formando hueso nuevo, como ocurre en las metástasis óseas, explicó el Dr. Parker. Esta acción específica libera la radiación en las metástasis óseas y minimiza los efectos adversos, dijo.

El Dr. Parker explicó: «Sólo es necesaria una sola partícula alfa para matar a una célula». «Se minimiza el daño colateral porque estas partículas tienen un intervalo muy pequeño —unos cuantos micrómetros—. Podemos estar seguros de que la lesión será donde debe ser, en las metástasis, y es muy limitada en otras partes».

Hizo hincapié en que los efectos adversos son leves. Consisten en náuseas leves y diarrea esporádica y puede haber un efecto pequeño sobre la médula ósea. Añadió que las características de tolerabilidad son completamente diferentes a las observadas con la quimioterapia y que aunque no se ha comparado directamente el producto en un estudio clínico, «está claro que los pacientes lo toleran mucho mejor que la quimioterapia».

Facilidad de administración

El cloruro de radio-223 es cómodo de administrar y se utiliza en forma ambulatoria, explicó el Dr. Parker. En este estudio, se ha administrado mediante seis inyecciones intravenosas a intervalos de cuatro semanas (50 kBq/kg), hizo notar. El producto es fácil de almacenar y no necesita un envase especial, como en los casos de protección con plomo, pues emite partículas alfa de penetración corta y no las partículas beta de intervalo largo que son emitidas por radiofármacos como el estroncio radiactivo.

Sin embargo, añadió, el cloruro de radio-223 tiene una semivida relativamente breve, de manera que es necesario utilizarlo en las primeras 12 semanas de su fabricación.

El Dr. Wim Oyen, PhD, del Departamento de Medicina Nuclear en el Raboud University Nijmegen Medical Center, quien fungió como comentarista de este estudio, dijo que el compuesto «es eficiente, muy bien tolerado y cómodo de administrar».

La mejora de la supervivencia global observada en este estudio es similar a la observada con otros fármacos en el carcinoma de la próstata avanzado, dijo. El cloruro de radio-223 aumentó 2,8 meses la mediana de supervivencia global; los estudios clínicos previos han demostrado mejoras de 2,4 meses con docetaxel, 2,4 meses con carbitaxel, 3,9 meses con abiraterona y 4,1 meses con la inmunoterapia sipuleucel-T (Provenge).

El Dr. Oyen señaló que el uso más temprano de cloruro de radio-223 podría estar justificado, tal vez incluso en un contexto complementario en pacientes que tienen alto riesgo de presentar metástasis óseas. Explicó que en el caso de los productos emisores de partículas, cuanto más pequeño es el tumor, tanto mejor será el efecto.

Además, señaló que se debieran analizar las combinaciones con otros compuestos, como la quimioterapia.

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